sábado, 8 de diciembre de 2012

Per què?

A vegades la vida ens posa en algunes situacions que, per dir-ho d'alguna forma, no són agradables. Sí, aquells típics instants on ens preguntem a nosaltres mateixos allò de "que he fet jo per mereixer això?". Cada cop m'agrada més pensar que les coses que ens passen tenen un sentit i un rerefons, tot per fer-nos obrir els ulls, per saber si actuem de la manera correcte per aconseguir els nostres objectius.  
En aquell moment només veus el que està passant, just l'instant en que t'estàn atracant o que te n'adones de l'existència de certa persona, però més enllà del present i de tot lo físic no existeix res. Poden passar dies i setmanes i pot ser, fins i tot anys, perque relacionar dues coses que probablament no tenen res a veure, no té sentit. Però sí que en té de sentit, ja que si tenen res en cumú ets tu. 
I et poses en situació. Si no t'aguessin robat el mòbil, pot ser més endevant, en el moment en que et vas creuar amb ella, estaríes contestant un típic missatge o rebent qualsevol trucada gens interesant i no t'hauries fixat que et miraven els ulls més brillants que havies vist mai. 
Per això m'agrada pensar que era el que havia de passar, que m'havien d'atracar per després poder fixar-me que tenía l'amor de la meva vida al meu davant, i que el mòvil només havia estat una barrera durant tot aquest temps. Pot ser la lliçó està en que hauríem de prestar més atenció al que passa al nostre voltant i no tanta a les màquines que es suposa que ens fan la vida més fàcil.
Pot ser vaig perdre el meu mòbil amb les mil fotos i videos que resumíen un any de la meva vida i dels quals no tenia cap copia de seguretat. Però a canvi, he guanyat a algú a qui puc donar i puc rebre tot el que he estat esperant des de fa temps. I creieu-me, que val la pena.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Els seus ulls

Pot ser els seus ulls no siguin els més bonics del món. Però la saeva mirada sí. Aquella mirada que, acompanyada per un somriure, et fa somriure a tu també. I durant tot el temps que dura aquell contacte visual somrius amb la teva més pura cara de idiota. Llavors saps que aquella cara no se t'esborrarà durant dies, esperant el moment en que us tornereu a mirar.

jueves, 15 de noviembre de 2012

22:46 h

Al principi no saps del tot que està passant. 
–¡Que me lo dés! –insisteix.
No contes les opcions, optes per la més segura sense pensar-t'ho un milisegon més. A ell no el veus, o almenys no goses mirar-lo fixament. El terra està banyat, tot i que fa hores que ha deixat de ploure. Te n'adones que no n'ets prou concient de que t'estàn atracant. T'estàn atracant, et repeteixes. Li dones el que vol i desapereix sense poder assimiar el que acaba de passar. Segueixes caminant amb un pas acelerat. No ha passat res. Tot ha estat tant ràpid que fins ara no te n'havies adonat de que tremoles. Ha passat de tot. Ara és quant t'hauries de despertar al llit. Aquest tipus de coses sempre acaben sent un somni, tot hi que de bon començament semblen del tot reals. Però ja estàs despert. Avui ha plogut gairabé tot el dia. No ha estat un somni, aquest cop ha estat real des de l'inici fins ara. T'han atracat de veritat, emportamt-se una part de tu. Res del que ha passat tindría que ser així. Per començar, qui és el flipat que porta gorra a les onze de la nit?

domingo, 22 de abril de 2012

Gente: 2- La que robaba.

Ella se desliza cómo una persona más entre los vagones del metro. Localiza a la víctima: ésa señora sola que apenas se  mantiene en pie frente a todos los asientos llenos de ojos que no se fijan en nadie. Se acerca lentamente a la señora y le abre el bolso sin que se de cuenta. Ha tenido la suerte de encontrar lo que buscaba a primera vista. Coge el monedero de la vieja y se lo lleva dentro de su chaqueta.
—Señora, —dice alguien.— le acaban de robar. Ha sido ella.
Un dedo acusador la señala mientras deja caer su botín. El silencio se hace en el vagón. Los ojos que hasta ahora no se habían fijado en nadie, la observan atentamente.
—Lo siento —dice ella casi paralizada, con un hilo de voz imperceptible.
Todo el mundo empieza a cuchichear a su alrededor. La señora le grita mientras se agacha para recoger las monedas esparcidas por el suelo, pero no la escucha. Se baja casi llorando en la próxima parada. Anda con un paso acelerado hasta su casa. En la calle su presencia vuelve a pasar desapercibida. Su madre la espera acostada en su cama.
—Hoy vuelves pronto —le dice con la voz entrecortada.
—No ha habido suerte, mamá. Por favor, descansa. Mañana será otro día.
Después vuelve a su habitación, dónde recuperará la confianza y la fuerza suficiente para volver a la carga al día siguiente. «Tampoco tendré tiempo para ir a clase. Necesito conseguir el dinero necesario para las dos».

domingo, 15 de abril de 2012

Gente: 1- El que decía ser normal.

Ésta es la história de un chico normal. Considera que para su edad tiene una estatura normal, un grupo de amigos normal y estudia en un instituto normal dónde saca notas normales. Dice que nadie se puede reír de él porqué es tan normal que sus defectos pasan desapercibidos, todos se fijan sólo en lo que hace bien.
Allí están insultando a un chico por ser negro. Cuando la disputa ha terminado, el chico normal se acerca a la víctima y le dice que no haga caso a la gente de ése tipo, porqué son unos racistas e intolerantes. «Todos deberían de ser cómo yo, piensanormales y tolerantes»
Más adelante se encuentra la niña tímida que va a su clase y que raramente abre la boca. «Pobre, yo no podría ser cómo ella. Todo el día tan callada». Está pensando en acercarse y decirle que hable más y que no sea tan rara. Pero no lo hace, y no porqué piense que no es algo de su incumbencia, no. No se acerca porqué cree que si habla con ella bajará su reputación de chico normal.
Ésta tarde ha quedado con sus amigos en el bar dónde van siempre. Sabe que les cae bien, por ser lo que es: alguien normal. Hablan, beben un poco, hacen sus chistes,... y de repente se acuerda de la chica tímida. «Menudo bicho raro hay que ser, por no salir de copas y no tener ningún amigo para hacerlo». Unas mesas más adelante de dónde se encuentran él y sus amigos, una pareja de chicos se están besando. 
Mirad a ésos dos dice. Hay que estar enfermo.

miércoles, 4 de abril de 2012

Gente: 0.

Somos personas. Erramos y nos hacemos daño. Aún así, nos atrevemos a levantarnos. Volveremos a caer y nos levantaremos de nuevo. Así estamos echas por defecto. Es nuestra naturaleza, es algo normal. Supongo que también debe de ser normal que nos guste criticar a nuestros semejantes y reírnos de ellos a sus espaldas mientras sus culos nos contemplan. Es divertido, nos sentimos mejor con nosotros mismos y elevamos nuestra autoestima. Esto es lo que tenemos en común, es lo que nos hace un colectivo, el mismo colectivo que destruye el planeta en el que vive y... bueno, bueno, que me desvío.
A lo que iba: somos uno y todos estamos conectados, aún que pocos lo saben ver. Pero a la vez, cada uno de nosotros es diferente al resto, o debería serlo. Bueno, vivimos en una sociedad que nos impide hacerlo y nos hace creer lo contrario, pero es la forma que tienen los de arriba para controlar al resto. Algo que parece que no vamos a cambiar, porque cuesta darnos cuenta de que somos unos egoístas (¿que no lo crees? Pues sigue leyendo). Sí. Pensando todo el día en lo que TU quieres, sin tener en cuenta de lo que ya dispones y de lo que nunca podrá disponer gente del tercer mundo, por ejemplo. Que al fin y al cabo, ésa gente que se muere de hambre son también personas cómo tu. ¡Ajá! ¿No habías recaído en esto? Es normal, somos personas, a veces olvidamos que somos un colectivo de más de 6.500 millones. Estamos tan mal compenetrados, que mientras un alto porcentaje destruye el planeta que nos da la vida, una minoría intenta revivirlo.
Ya he dicho que todo está conectado, pero no nos damos cuenta por los de arriba. Ellos nos dan el entretenimiento de la televisión y otras chorradas, mientras hacen lo que quieren con nuestras vidas. Exacto, seguimos el régimen que ellos nos han dado, y no nos habíamos dado cuenta. ¿Decíamos que errar era natural? Entonces, también debería de ser natural ser los dueños de nuestras vidas ¿Dejar la vida que nos dan por defecto: nacer, estudiar, trabajar, tener hijos, trabajar, jubilarse y morir? "—Nah, yo paso, demasiado lío". 
Bueno, podría ser una equivocación, o no. No lo sabremos hasta que lo intentemos, si erramos, volveremos a levantarnos, y sino, seremos libres.

domingo, 12 de febrero de 2012

#12- Último encuentro.

Me abrí paso entre la gente que deambulaba en todas direcciones. El camino iba haciéndose cada vez menos denso hasta llegar al punto dónde por fin pude respirar. Todo el mundo seguía a su bola, pero allí no había ni un pelotón que dificultara el paso. Me detuve y volví a respirar. No sé cuanto tiempo estuve allí parado.  Pero sé que en ése mismo instante me di cuenta de que estabas andando a menos de medio metro de mí y en dirección opuesta ¿Mi reacción? Te cogí por la muñeca y te la solté en el acto, un gesto suficiente para que te giraras y me miraras. Me pareció ver cómo se esbozaba una leve sonrisa en tus labios. El corazón me latía tan fuerte que estaba seguro de que se escuchaba a diez metros a la redonda.  Sentía cómo  la sangre hervía en mis venas y cómo sonreía cómo un idiota. Sin pensarlo, alzando la mano cómo gesto de salutación, seguí andando dejándote atrás y sintiéndome más idiota todavía. 
No fui consciente de lo que acababa de pasar varios pasos después. Más adelante me senté y analicé todo lo que recordaba. Apoyé la cabeza en mis manos. Me maldije. Ahora veía la situación con cabeza. Y con más cabeza la veo hoy, seis meses más tarde. 
Observé el cielo. Cada una de ésas estrellas lo habían visto todo. Los únicos testigos de mi estupidez y fracaso, de una oportunidad perdida, eran ellas, y el único responsable era yo.

domingo, 29 de enero de 2012

#11 - Un día más.

Despierto. Me doy cuenta de que hoy tampoco estas a mi lado. Me replanteo las cosas. Decido si deseo vivir un día más de tortura o volver al mundo de mis sueños dónde me siento más fuerte y seguro. Fuerte, seguro y placido. Así es el lugar que he estado buscando en ti. Todo lo que necesitaba estaba en ése sitio,  era ése sitio. Y es que antes de volver a la realidad para vivir un día igual que los demás, al igual que cuando me acuesto, recuerdo el día. Lo recuerdo y lo revivo cada vez. Fue el día en que te vi por primera vez, que no quise admitirlo, pero sabía que acababa de encontrar el sitio más seguro del mundo en la persona menos indicada...

domingo, 15 de enero de 2012

#10 - Dicen.

Dicen que tengo un mundo interior que tendría que enseñar más a menudo. Que soy cómo un libro cerrado que tendría que abrir. Que estoy disperso, pensando en mis cosas. Pensando en ti. Que cada día que pasa es una oportunidad que yo decido cómo aprovechar... o no aprovechar. Que todo depende de mi forma en que piense las cosas. Pero pensar en cosas es fácil, creer en ellas y llevarlas a la realidad, no tanto. 
Yo no decidí enamorarme de ti ése día. Pasó lo que tuvo que pasar.  ¿Y sabes que es lo peor? Qué no fui capaz de quedarme, de demostrarte que es lo más puro que he sentido en mi vida. Cada día me arrepiento de irme sin más. Demasiados nervios supongo. Pero cualquiera no es consciente de lo que hace cuando es controlado por ésa mierda a lo que llaman amor.

jueves, 5 de enero de 2012

#09 - Un año más.

Ésta podría ser la última vez en que la humanidad celebra el fin del año. Sabes que yo no suelo creer en estas cosas. Yo sé que a ti te dan miedo. A lo mejor tú hoy no piensas en eso, haces como el resto de la gente; simplemente disfrutas, ríes y haces fiesta celebrando la llegada del año nuevo. 
Yo como de costumbre, te busco. De cada vez tengo más claro que la próxima vez que te vea no huiré. Me acercaré cómo debí hacer las últimas veces y seré sincero. Creo verte entre el montón de gente. "Estás obsesionado, déjala, no vale la pena. Es noche vieja, proponte encontrar a alguien mejor", me dicen. No tengo propósitos para éste año. A lo mejor ser alguien diferente, encontrarte. Al fin y al cabo es el último año que puedo pasar contigo.