Dicen que tengo un mundo interior que tendría que enseñar más a menudo. Que soy cómo un libro cerrado que tendría que abrir. Que estoy disperso, pensando en mis cosas. Pensando en ti. Que cada día que pasa es una oportunidad que yo decido cómo aprovechar... o no aprovechar. Que todo depende de mi forma en que piense las cosas. Pero pensar en cosas es fácil, creer en ellas y llevarlas a la realidad, no tanto.
Yo no decidí enamorarme de ti ése día. Pasó lo que tuvo que pasar. ¿Y sabes que es lo peor? Qué no fui capaz de quedarme, de demostrarte que es lo más puro que he sentido en mi vida. Cada día me arrepiento de irme sin más. Demasiados nervios supongo. Pero cualquiera no es consciente de lo que hace cuando es controlado por ésa mierda a lo que llaman amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario