domingo, 22 de abril de 2012

Gente: 2- La que robaba.

Ella se desliza cómo una persona más entre los vagones del metro. Localiza a la víctima: ésa señora sola que apenas se  mantiene en pie frente a todos los asientos llenos de ojos que no se fijan en nadie. Se acerca lentamente a la señora y le abre el bolso sin que se de cuenta. Ha tenido la suerte de encontrar lo que buscaba a primera vista. Coge el monedero de la vieja y se lo lleva dentro de su chaqueta.
—Señora, —dice alguien.— le acaban de robar. Ha sido ella.
Un dedo acusador la señala mientras deja caer su botín. El silencio se hace en el vagón. Los ojos que hasta ahora no se habían fijado en nadie, la observan atentamente.
—Lo siento —dice ella casi paralizada, con un hilo de voz imperceptible.
Todo el mundo empieza a cuchichear a su alrededor. La señora le grita mientras se agacha para recoger las monedas esparcidas por el suelo, pero no la escucha. Se baja casi llorando en la próxima parada. Anda con un paso acelerado hasta su casa. En la calle su presencia vuelve a pasar desapercibida. Su madre la espera acostada en su cama.
—Hoy vuelves pronto —le dice con la voz entrecortada.
—No ha habido suerte, mamá. Por favor, descansa. Mañana será otro día.
Después vuelve a su habitación, dónde recuperará la confianza y la fuerza suficiente para volver a la carga al día siguiente. «Tampoco tendré tiempo para ir a clase. Necesito conseguir el dinero necesario para las dos».

domingo, 15 de abril de 2012

Gente: 1- El que decía ser normal.

Ésta es la história de un chico normal. Considera que para su edad tiene una estatura normal, un grupo de amigos normal y estudia en un instituto normal dónde saca notas normales. Dice que nadie se puede reír de él porqué es tan normal que sus defectos pasan desapercibidos, todos se fijan sólo en lo que hace bien.
Allí están insultando a un chico por ser negro. Cuando la disputa ha terminado, el chico normal se acerca a la víctima y le dice que no haga caso a la gente de ése tipo, porqué son unos racistas e intolerantes. «Todos deberían de ser cómo yo, piensanormales y tolerantes»
Más adelante se encuentra la niña tímida que va a su clase y que raramente abre la boca. «Pobre, yo no podría ser cómo ella. Todo el día tan callada». Está pensando en acercarse y decirle que hable más y que no sea tan rara. Pero no lo hace, y no porqué piense que no es algo de su incumbencia, no. No se acerca porqué cree que si habla con ella bajará su reputación de chico normal.
Ésta tarde ha quedado con sus amigos en el bar dónde van siempre. Sabe que les cae bien, por ser lo que es: alguien normal. Hablan, beben un poco, hacen sus chistes,... y de repente se acuerda de la chica tímida. «Menudo bicho raro hay que ser, por no salir de copas y no tener ningún amigo para hacerlo». Unas mesas más adelante de dónde se encuentran él y sus amigos, una pareja de chicos se están besando. 
Mirad a ésos dos dice. Hay que estar enfermo.

miércoles, 4 de abril de 2012

Gente: 0.

Somos personas. Erramos y nos hacemos daño. Aún así, nos atrevemos a levantarnos. Volveremos a caer y nos levantaremos de nuevo. Así estamos echas por defecto. Es nuestra naturaleza, es algo normal. Supongo que también debe de ser normal que nos guste criticar a nuestros semejantes y reírnos de ellos a sus espaldas mientras sus culos nos contemplan. Es divertido, nos sentimos mejor con nosotros mismos y elevamos nuestra autoestima. Esto es lo que tenemos en común, es lo que nos hace un colectivo, el mismo colectivo que destruye el planeta en el que vive y... bueno, bueno, que me desvío.
A lo que iba: somos uno y todos estamos conectados, aún que pocos lo saben ver. Pero a la vez, cada uno de nosotros es diferente al resto, o debería serlo. Bueno, vivimos en una sociedad que nos impide hacerlo y nos hace creer lo contrario, pero es la forma que tienen los de arriba para controlar al resto. Algo que parece que no vamos a cambiar, porque cuesta darnos cuenta de que somos unos egoístas (¿que no lo crees? Pues sigue leyendo). Sí. Pensando todo el día en lo que TU quieres, sin tener en cuenta de lo que ya dispones y de lo que nunca podrá disponer gente del tercer mundo, por ejemplo. Que al fin y al cabo, ésa gente que se muere de hambre son también personas cómo tu. ¡Ajá! ¿No habías recaído en esto? Es normal, somos personas, a veces olvidamos que somos un colectivo de más de 6.500 millones. Estamos tan mal compenetrados, que mientras un alto porcentaje destruye el planeta que nos da la vida, una minoría intenta revivirlo.
Ya he dicho que todo está conectado, pero no nos damos cuenta por los de arriba. Ellos nos dan el entretenimiento de la televisión y otras chorradas, mientras hacen lo que quieren con nuestras vidas. Exacto, seguimos el régimen que ellos nos han dado, y no nos habíamos dado cuenta. ¿Decíamos que errar era natural? Entonces, también debería de ser natural ser los dueños de nuestras vidas ¿Dejar la vida que nos dan por defecto: nacer, estudiar, trabajar, tener hijos, trabajar, jubilarse y morir? "—Nah, yo paso, demasiado lío". 
Bueno, podría ser una equivocación, o no. No lo sabremos hasta que lo intentemos, si erramos, volveremos a levantarnos, y sino, seremos libres.