sábado, 22 de octubre de 2011

#05 - ¿Otra vez?

Ella me mira. Es una mirada corta, pero intensa. Tan intensa, que me ha parecido que nos hemos estado mirando a los ojos durante horas. Me gustan sus ojos. Podría mantener mi mirada con la suya unas infinitas horas más. Pero mis ojos miran en otra dirección. Me acuerdo de que no estamos solos y la conversación toma otro rumbo. Luego me acuerdo también de tu sonrisa y la suya también me encanta.
No es fácil olvidar a una persona que quieres ni cuando lo deseas con toda tu alma. Para olvidarte, sólo he necesitado una cosa: tiempo. En este tiempo he sufrido mucho más de lo que puedas creer, seguro que más de lo que sufrirás tu en el resto de tu vida. Parece que al fin lo consigo, que puede empezar algo nuevo. Pero no lo veo claro. Tengo miedo a equivocarme otra vez y de volver a sufrir durante las 24 horas del día, durante los 30 días de cada mes y durante los 12 meses de cada año que he intentado quererte...

miércoles, 5 de octubre de 2011

#04 - Sin ti.

No estoy bien. Pensaba que un cambio de aires me ayudaría a convencerme de que no estoy echo para ti y que debo olvidarte. Pero la ciudad me mata. A veces creo que te veo, que me cruzo contigo por la calle pero tu pasas de mí, luego te giras, me miras, te sientas en el banco más próximo y te me quedas mirando con ésos ojos que desean besarme. Imposible. Esto es imposible. Nos separan kilómetros, millas, prados, casas, un mar... Y sé que eres incapaz de venir hasta aquí sólo para mí, cuando sé que hace tiempo que tu me has olvidado.
Dije que te esperaría, me cansé de tus mentiras pero no de ti. Es imposible dejar de pensar en ti ni en la gran ciudad. Bajo las escaleras del metro despacio, meto la tarjeta, giro el torniquete, camino, espero unos minutos, se abren las puertas, entro, me siento. Veo la gente entrar y salir, te busco y creo que te encuentro. Imposible. Salgo del metro, las escaleras mecánicas me acompañan al exterior, soy un engranare más de esta maquina llamada sociedad.
Creo que te veo. Imposible. Ahora recuerdo ésa última palabra: "adiós". Pero no me hago cargo de ella.